martes, 30 de diciembre de 2014

2014, el principio del cambio

    Hoy es 30 de diciembre de 2014. Me ha dado por ponerme delante de un periódico cualquiera que resume este año que termina mañana y veo 365 días llenos de noticias y emociones.

    Permítanme que empiece este periódico anual por detrás, por las páginas de DEPORTES. Leo a las Mireia Belmonte, Carolina Marín, o las chicas del balonmano intentando abrirse un hueco en las patriarcales portadas de la prensa deportiva consiguiendo éxitos que, últimamente, se resisten a los hombres. Ha sido también el año en que se ha demostrado que en el fútbol, como en la vida, si vas paso a paso, partido a partido, con ilusión y esfuerzo puedes llegar a plantarle cara al poderoso, estar a su altura e incluso ganarle. Sin embargo, cuando predomina la soberbia y llegas a la guerra de Brasil sin ganas, lo más normal es que tengas que dejar el campo de batalla a las primeras de cambio tras caer derrotado.

    Sigo pasando páginas y llego al OBITUARIO. Primero nos dejó Adolfo Suárez, aquel miembro de las JONS y director de RTVE durante la dictadura, que luego fue elegido por el sucesor de Franco para ser el presidente de la llamada Transición. Un hombre casi olvidado los últimos años y cuya muerte le vino muy bien al gobierno para tapar la dignidad de cientos de miles de personas que se concentraban esos días en la capital del reino. También nos dejaba Emilio Botín. Esa persona con cuentas en paraísos fiscales, con causas archivadas por la justicia que están todavía sin esclarecer, que condonaba la deuda a partidos políticos y cuyos responsables encontraban después su sitio en consejos de administración en los que el propio Emilio tenía influencia. Una persona a quien lloraron unos pocos mientras otros, los que más, no le quedaban ya lágrimas en los ojos después de que su banco les arrebataran sus casas y, en algunos casos, sus vidas. También llegó a ser pasto de los gusanos la terrateniente Cayetana, esa mujer con peinado a lo Krusty el payaso, dueña de miles de hectáreas cultivables que lo único que cultivaba eran millonarias subvenciones y, a su vez, explotadora de cientos de jornaleros a los que esclavizaba trabajando de sol a sol.

    En la sección de SOCIEDAD leo que éste ha sido el año en el que muchos han tenido que responder ante la justicia. Folklóricas, presidentes de equipos de fútbol, ex-presidentes de comunidades autónomas,...  han visto como en 2014 daban con sus huesos en el penal para cumplir condenas por llenar sus cuentas (suizas en algunos casos) con el dinero de todos. Hijas o hermanas, yernos o cuñados han declarado también este año ante el juez en calidad de imputadas/os a expensas de hacerlo ya como acusadas/os en los próximos meses.

    Muy amplias las páginas de INTERNACIONAL. El conflicto en Ucrania, el referendum de Escocia, el reconocimiento de Palestina como Estado después de una de las ofensivas más sangrientas por parte de Israel, y el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y EE.UU son quizás las cuatro noticias más importantes ocurridas fuera de estas fronteras que necesitaría un lustro para exponer.

    Ya en la sección Estatal, leo que ha sido un año, también, en el que los de la gaviota se han empeñado en destruir lo poco de democracia que quedaba. El partido de Mariano "el ausente" nos ha puesto una mordaza en la boca en forma de ley para evitar que hablemos en las calles. El pueblo catalán no ha podido elegir su futuro porque desde la Calle Génova decidieron que votar era ilegal. Y al resto del Estado se nos ha impedido elegir, una vez más, a nuestro Jefe, heredando este puesto el hijo del que había sido elegido por Franco para ocupar su lugar, el cual sigue conservando su título, al igual que su señora. Tenemos por tanto dos reyes y dos reinas. Entiendo ahora las páginas de ESPECTÁCULOS, en las que leía que los de Juego de Tronos habían elegido España como lugar para rodar parte de su próxima temporada, aunque, tiempo después, decidieron marcharse. Quizás vieron que era un decorado más apropiado para grabar películas del tipo El Golpe o En Bandeja de Plata.

   Pero a pesar de tantas trabas, leo que se han dado ciertas lecciones. Lección de persistencia de las compañeras de la PAH o de la Marea Blanca, impidiendo desahucios y paralizando la privatización de la sanidad madrileña. La Marea Verde, haciendo pedagogía no sólo con nuestras hijas e hijos en las aulas, sino también en la calle con todas y cada una de nosotras, mostrándonos el camino para que no nos roben nuestra educación. La Marea Violeta, cavando la tumba política del Sr. Gallardón y escribiendo en su lápida "En mi coño mando yo". Lección la que nos dio Teresa Romero. Primero de compromiso, ofreciéndose voluntaria para intentar salvar la vida de dos moribundos que el gobierno se empeñó en repatriar y, después, de lucha para vencer a la enfermedad y enfrentarse a las ruines acusaciones de los responsables de sanidad autonómicos y estatales. Leo, cómo no, esa importante lección cuando un día de marzo las calles de Madrid y del resto del Estado se llenaron de dignidad, exigiendo pan, techo y trabajo para todas y todos.

   Y finalmente, llegamos a la portada del periódico: "2014, EL PRINCIPIO DEL CAMBIO". El año en el que por fin somos nosotras y nosotros los que hacemos política, quienes debatimos una lista electoral, un programa de mínimos. Fruto de todo esto se subió el primer peldaño para conseguir esa gran victoria que tanto esperamos. Se cambió el discurso y algunos grandes partidos abrazaron una descafeinada transparencia hasta entonces inédita en ellos. El pueblo ha gritado "¡¡¡BASTA!!!", y como dicen los RIOT PROPAGANDA, "El miedo va a cambiar de bando".

   Y tan pronto como se termina la edición de un periódico se empieza a escribir la siguiente, la de 2015. Me gustaría leer, dentro de un año, cómo se ha materializado ese principio de cambio y cómo se ha conseguido derrocar a la mafia política. Pero para escribir estas páginas debemos hacer una buena lectura de los anteriores periódicos. La lectura de que nadie va a hacerlo por nosotras y nosotros (no existen salvadores, tampoco con coleta). Debemos leer que lo conseguido (y lo que queda por conseguir) ha sido obra de todas y todos: esas compañeras de la PAH, las mareas, los bomberos, las y los trabajadoras y trabajadores de Coca Cola, de Alcoa o del Mataderu, el militante histórico, Pepe Fernández que por primera vez ha pisado la calle con una pancarta en la mano, María García que se estrena en esto de hacer política (aunque quizás ya la hiciera sin darse cuenta) y tú, que probablemente te estén entrando ganas de escribir las páginas del periódico de 2015 y que no quieres dejar que NADIE las escriba por ti.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Mordaza producto del miedo

    Decía el cardenal Richelieu "dadme dos lineas escritas a puño y letra por el hombre más honrado, y encontraré en ellas motivo para hacerlo encarcelar". Ayer, día 10 de diciembre de este 2014 que termina, se celebraba el Día Internacional de los Derechos Humanos. Derechos vulnerados día sí día también por este nuestro Estado: devolución en caliente en la frontera de Melilla, privación mediante desahucios de una vivienda digna, la pobreza infantil, las tasas judiciales, las torturas todavía practicadas,.. son algunos ejemplos de por donde se pasan la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 nuestros gobernantes.

   Pero teníamos un arma. Podíamos salir libremente a protestar contra estas vejaciones. Podíamos filmar y fotografiar actuaciones policiales abusivas e ilegales para luego poder denunciarlas. Podíamos señalar con el dedo a quienes atentan contra la libertad del pueblo, a los patriotas con cuentas en Suiza, a quienes prometen creación de 3 millones y medio de puestos de trabajo y en 4 años lo único que han hecho ha sido destruirlo. Teníamos voz.

   Un día después del comentado "homenaje" a los Derechos Humanos, en el Congreso se aprueba la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida popularmente como Ley Mordaza, que, junto con la reforma del Código Penal, elimina por completo la poca libertad que nos quedaba. Dice el Gobierno que la Ley responde a la demanda creciente de la ciudadanía en torno a la inseguridad. Precisamente, y según el balance de 2014 realizado por el propio Ministerio de Interior, los delitos han disminuido en relación con años anteriores y, según el CIS, la seguridad ciudadana no es lo que más preocupa al pueblo español. Solamente el 1,4% frente al 77% del paro.

   Ante la multitud de concentraciones y manifestaciones, cada vez más y con más participación, la respuesta democrática de los chicos de Marianico es hacer oídos sordos a las peticiones del pueblo y hacerles callar. ¿Cómo? Impidiendo que éste pueda protestar. No voy a desglosar cada una de las medidas reflejadas en esta Ley, ya que sería demasiado largo para el lector y en cualquier sitio se puede consultar. Pero para que os hagáis una idea, a partir de ahora no será el juez quien imponga las sanciones (cada vez más duras), sino que éstas serán de ámbito administrativo y dejando mucho margen a la interpretación. Por ejemplo puedes ir comiendo una naranja y alguien decir que es un objeto arrojadizo, o que las baquetas de los músicos de la batukada puedan ser la excusa para disolver una manifestación al ser consideradas peligrosas por la policía. ¿Exagerado? Esperemos a las próximas concentraciones y comprobémoslo.

   Y, ¿por qué quieren imponernos este miedo? Pues muy sencillo. Porque primero les ha llegado a ellos. La PAH (paralizando desahucios), Mareas Blancas (retrasando la privatización de la Sanidad) o Yo Sí Sanidad Universal (que son trabajadores del Sistema Nacional de Salud que atienden a los inmigrantes con situación irregular a los que el Gobierno deniega atención sanitaria); son 3 ejemplos (hay muchos más) que, con sus éxitos, han conseguido ganar cada día más adeptos o, lo que es lo mismo, enemigos de los de arriba. El pueblo, poco a poco, se da cuenta que su voz manda y que los paros y movilizaciones consigue cumplir objetivos, los cuales van en contra de los intereses de los poderosos.

   Como decía la canción, el miedo ha cambiado de bando. Repito, es producto de este miedo por el que ahora quieren devolvérnoslo en forma de Ley Mordaza. Tenemos dos opciones: reprimirnos y volver a encerrarnos en casa o desobedecer y seguir con el ejemplo que nos dieron nuestros padres y abuelos pasando por encima de la Ley de Orden Público de 1959. Ellos (y no los Suárez, Juan Carlos, Fraga y compañía) fueron los que trajeron la libertad hace 4 décadas. En nuestra mano está si pretendemos recuperarla.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Limpieza en los estadios

   Hace unos días pensé en escribir una entrada sobre el deporte español o, más bien, sobre el "aficionado" español al deporte. Ese que quiere que gane su equipo por encima de todo (legal o ilegalmente, con espectáculo o sin él), el ciclista nato cuando corre Contador y que desconoce lo que es un pedal en una Amstel Gold Race, o aquel que el día que el amigo del difunto Botín deje el volante abandonará su pasión de toda su vida a la F1. Algún día quizás desglose un poco más este tema, pero ayer, último día de noviembre de 2014, han asesinado a Francisco José Romero, "aficionado" del Deportivo de La Coruña, un equipo de fútbol. 

   Este hecho abre una vez más el debate sobre la permisividad de los clubes de contar en sus estadios con grupos ultra, los cuales utilizan los partidos para realizar propaganda política y ejecutar la violencia. Una propaganda consistente en gritar consignas, portar banderas y pancartas en ocasiones anticonstitucionales y usar su grada para reclutar y adoctrinar adolescentes que buscan un referente social. Y una violencia en la que descargan todo su odio contra ideologías dispares a las suyas, aficionados del equipo rival o simplemente porque sí. 

   Muy pocos han sido los presidentes que han tenido la valentía de echar a esta gente de los estadios de fútbol, y el que lo ha hecho ha llegado a recibir amenazas de muerte. Otros, quizás por miedo, quizás por conveniencia, los han seguido manteniendo allí, en su rinconcito, por mucho que el Sr. Gil Marín se esmere en defender que desde el club se intenta echar a estos energúmenos. El hijo de "tal y tal" sabe de sobra quienes son los agitadores, con nombres y apellidos. Mucho no ha hecho cuando en el fondo se siguen oyendo consignas racistas y homófobas, amenazas a seguidores contrarios  y mofas a asesinatos perpetrados por compañeros de hinchada. Me refiero al asesinato de Aitor Zabaleta, aficionado (éste sin comillas) de la Real Sociedad, otro equipo de fútbol. 

   Curiosamente, el autor de la puñalada al seguidor donostiarra pertenecía al mismo grupo ultra que hoy tiraba al río al malogrado gallego, aunque los dos casos, en mi opinión, tienen poco que ver. Uno fue un ataque fascista arbitrario hacia un vasco que iba a ver a su equipo mientras que lo ocurrido la mañana de ayer deriva de una pelea entre bandas. A pesar de la diferencia, este hecho no hubiera sucedido si no se hubiera actuado con contundencia con este tipo de grupos, cosa de la que ahora, a toro pasado, se lamenta el ministro Wert. Quizás sea en esa escuela que está desmantelando donde se debería empezar a educar a los que posteriormente se llamarán Ricardo Guerra o José Luis Ochaíta. 

   Supongo que será difícil conocer la verdad de lo ocurrido ayer en Madrid Río. Hay tantos comunicados, los unos desmintiendo las versiones de los otros que resulta difícil hacer una versión creíble de los hechos. Pero si hacemos caso a la primera versión oficial de la policía, que hablaba de una quedada en las redes sociales, me parece una negligencia no haber declarado el partido de alto riesgo y dejar llegar a los hooligans gallegos a Madrid sin ningún tipo de control. Si, por el contrario, hacemos caso a las declaraciones de la delegada del gobierno de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, en las que decía que "debieron haber quedado por WhatsApp", me parece una torpeza suprema no tener intervenidos esos teléfonos de personas con antecedentes penales, consideradas por la propia policía como muy peligrosas y a las cuales siguen cada paso que dan. En cualquiera de los dos casos, negligencia o despiste, desde el Ministerio de Interior se deberían tomar algún tipo de responsabilidades. 

   Hoy es Francisco José, mañana puede ser cualquier otro si no se ataja el problema generado paralelamente a este escaparate mediático que llamamos fútbol. Vándalos los hay en todos sitios y estos son los principales culpables de todo lo ocurrido. Pero en mano de las directivas de los clubes, de la justicia y de los responsables políticos está limpiar los estadios de esta basura.